Hay lugares que se tocan en el filo de lo que somos;
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
Y es que lo que se acerca, lo que nos habla y nos agarra de los hombros con fuerza, lo que nos grita y nos sacude es la lluvia,
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
Y su lámina de oro Esta quebrantadura que nos lleva de golpe a tomar aire, a salir hasta la superficie y su lámina de oro ¿qué aguas remueve? ¿qué reflejo insoslayable en su fondo de oscura urdimbre y fugaz (de ardiente brevedad) abre, concede?
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
Esta verdad oscura, esta oscilante levedad
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
Si no fuera por uno que otro niño que en ocasiones voltea y sostiene nuestra mirada, dudaría que estamos aquí.
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
Buscamos aferrarnos a la intuición de un color,
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
Todo lo desdice en silencio, todo lo quiebra.
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
pero aquí nadie escucha, y ahí, también ahí me tienen sola.
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
La línea de estar aquí habla apaciblemente, la línea que nos envuelve y nos da sedimento. La que murmura en el otro cuarto; la que imita tu voz. Esa que te desdice y suelta tu estar ahí, tu ver ahí configurándose. Que lo deja caer.
Jacqueline Molina Cenidézettelőző év
Los cuartos no son como deben ser Los cuartos no son como deben ser ni son la suma que aparentan.