Aunque la repudiaras, seguías poseyendo mi carne humillada, acariciándola con tus manos ausentes, modificándola.
Añita Piñaidézett2 évvel ezelőtt
Dicho personaje llevaba por lo demás una contaduría especial: el censo exacto de los súbditos de su asqueroso dominio; y en su registro, hecho de papel de ortigas, escribía con una cola de lagartija untada en la tinta de los pantanos que chupan
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Era algo así como el gobernador de cuanto nos era hostil en el bosque.