Iba muy aconortado Andrenio con el único remedio que le diera para poder vivir, y fue que mirase siempre el mundo, no como ni por donde le suelen mirar todos, sino por donde el buen entendedor conde de Oñate: eso es, al contrario de los demás, por la otra parte de lo que parece; y con eso, como él anda al revés, el que le mira por aquí le ve al derecho, entendiendo todas las cosas al contrarío de lo que muestran. Cuando vieres un presumido de sabio, cree que es un necio; ten al rico por pobre de los verdaderos bienes; el que a todos manda es esclavo común, el grande de cuerpo no es muy hombre, el grueso tiene poca sustancia