La cooperación es una herramienta fundamental en nuestros días. Si la especie humana ha logrado un desarrollo sin igual de la cultura, de la ciencia, de las artes, en fin, eso que habitualmente llamamos civilización, ha sido gracias al empeño que los humanos le hemos puesto al trabajo con otros, a partir de la conciencia de que solos, como individuos aislados, es muy poco lo que podemos realizar. Se reúnen en este volumen investigaciones que tocan los más disímiles campos que se ubican en el registro de lo intersubjetivo y transubjetivo, pero todos centrados en pensar los diversos vericuetos por los que transita la cooperación cuando los humanos han de abocarse a resolver diversos tipos de problemas. Los primeros capítulos ofrecen un esquema para pensar la construcción teórica de la cooperación. Luego un apartado especial lo configuran artículos que se preguntan por las complejidades que tiñen a la cooperación en el grupo familiar y en el vínculo de pareja. Cuando se trata de estudiar la cooperación en el marco institucional se hacen visibles ciertos extremos; uno de ellos es el cooperar para no cooperar, fenómeno que se observa, por ejemplo, en las relaciones de trabajo y de formación. El otro extremo lo conforma la cooperación máxima en las situaciones de relevo ante la tarea, ya que dan cuenta de sincronización. Por último, se muestran distintos análisis que abordan la cooperación patológica. Este texto puede ser de utilidad para un abanico amplio de cientistas sociales, ya que permite comprender la dinámica inconsciente de los vínculos interpersonales que se generan en espacios grupales, organizacionales e institucionales con efectos directos hasta en lo político, pues aborda las condiciones que han de cumplirse para que diversas personas puedan coincidir en ciertas tomas de decisión asumiendo el ejercicio del poder que les es inherente.