6 relatos que, justo gracias a su longitud, me parecen muy bien logrados. Es remarcable el hecho de que cada una de sus narradoras sí tiene una voz distinta; avanzan a distintos ritmos. Lo que no cambia es la maestría en pintar paisajes. Los ambientes de verdad te hincan los colmillos.
El cuerpo enfermo, distinto, atormentado de manera voluntaria o no parece ser el hilo conductor de estos cuentos.
Son cuentos largos la mayoría, narrados de una manera fluida, que atrapa. La mayoría suceden fuera de Bolivia, pero Bolivia está siempre presente, como un faro o un ancla, así que el otro tema que une a los cuentos es la migración, la amputación del territorio, del hogar.
Me encanta. Tiene esa belleza de lo sombrío, y una narración maravillosa 💜
Este libro me ha dejado una sensación extraña, siento que no puedo irme plenamente por un polo. Es esa clase de relatos que sabes que están muy bien redactados pero que te provocan desazón porque no todas las historias terminan de dejarte fascinada/o. Ojo, que no me refiero a que no cumplieran su cometido, es decir: La autora introduce y desarrolla de manera grata a los personajes, así como su destino o la posibilidad de éste. Sin embargo, fueron tres, es decir, la mitad de las historias que carecieron de ese efecto de suspenso o gancho.
Los que recomiendo bastante:
•La Mansedumbre.
•Pez, tortuga, buitre.
•Hermano ciervo
No se, no logre nunca engancharme, es un libro raro, pero supongo que para cada quien es diferente.
Algunos relatos me gustaron más que otros. Entretenidos.
Hermosos y subyagantes cuentos, muy bien narrados. El que más me agradó fue Piel de asno, por el gospel, por la referencia a Leonard Cohen, por la Aleluya.